Bilbao es un municipio situado en el norte del país, y una villa de dicho municipio, capital de la provincia y territorio histórico de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco. La villa de Bilbao es la capital y única localidad del municipio, y con 352.700 habitantes según el padrón de 2011, es la urbe más poblada de la comunidad autónoma, siendo la cabecera del área metropolitana de Bilbao, una conurbación de más de 900.000 habitantes que se extiende a lo largo de la ría de Bilbao o del Nervión.

Bilbao combina en un saludable equilibrio sus tradiciones más arraigadas con las tendencias más actuales, ambas reforzadas con la consolidación de la Villa como ciudad de servicios.

La importante cultura gastronómica tiene un lugar central dentro de las costumbres más bilbaínas. En la ciudad existen numerosos restaurantes de calidad, que ofrecen lo mejor del arte culinario vasco. La abundancia de materias primas ha favorecido el crecimiento de una cocina en expansión que ha obtenido el reconocimiento de sus virtudes en todo el mundo.

Desde luego, el Guggenheim es visita indispensable para todo aquel que vaya a Bilbao. Nosotros hemos entrado en un par de ocasiones y realmente, como museo/exposiciones no es que me guste demasiado, pero el edificio es magnífico y una gran obra de arquitectura sin igual.

Ya el exterior es impresionante, tanto por su situación junto a la ría y el puente de La Salve, como por sus formas curvilíneas (no hay una sóla superficie plana en toda su estructura) que simulan la forma de un barco (o de una flor si se ve desde arriba). Las paredes están realizadas con grandes paneles de titanio que simulan escamas de pez y en días soleados, dan unos brillos espectaculares. Como casi todos sabréis, fue diseñado por el arquitecto Frank Gehry, y se inauguró en 1.997.

El interior es igualmente majestuoso. La gran sensación de amplitud que tienes al entrar al hall, unido a la gran altura del techo y que las paredes están inclinadas, incluso marea.

Este singular espacio arquitectónico es un museo de arte contemporáneo. Las exposiciones son temporales, de modo que dependiendo de lo que sea, os pueden gustar más o menos. Pero sólo por contemplar el edificio merece la pena entrar.

Probablemente es el perro más famoso del mundo, y desde luego, el más fotografiado. Puppy, la mascota del Guggenheim de Bilbao, es un gigantesco y peculiar "terrier" que se alza a las puertas del emblemático museo como si de un guardián se tratara.