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AMFIV:.

El Club Amfiv quiere denunciar la enésima falta de respeto por parte del Concello de Vigo y la dirección del IMD hacia una entidad que lleva treinta años trabajando por la integración del discapacitado en Vigo y su área de influencia con el deporte como herramienta, hacia un club considerado de elite pero que no es tratado como tal a pesar de haber paseado siempre con orgullo el nombre de Vigo por toda España y Europa, logrando incluso tres subcampeonatos europeos y un subcampeonato de la Copa del Rey para esta ciudad.

 

Nos gustaría dejar claro desde un primer momento que nuestras quejas no se extienden al personal del Instituto Municipal de los Deportes, ni a los empleados que una y otra vez tienen que transmitirnos las absurdas decisiones de sus superiores, puesto que entendemos que como cualquier trabajador pelean por sus derechos y por lo que creen justo, especialmente en tiempos tan difíciles para todos. Nuestras reivindicaciones se centran en los responsables de tomar decisiones, en las personas incapaces de encontrar una solución a un conflicto que se extiende desde hace más de un año y que está afectando muy negativamente no sólo a nuestro club sino a todo el deporte vigués.

Entendemos que el máximo culpable de esta situación es el Concello de Vigo y, sobre todo, la persona que debería velar por el bien de todo el deporte vigués, el concejal de Deportes Manel Fernández, máximo responsable también del Instituto Municipal de los Deportes, por su incapacidad ya no para encontrar soluciones sino incluso para adoptar cualquier decisión.

El Club Amfiv vivió la primera muestra de esta situación la temporada pasada al tener que renunciar en el último momento a la organización en nuestra ciudad de la Copa André Vergauwen el año que la entidad cumplía su trigésimo aniversario, arriesgándonos a una durísima sanción por parte de la International Wheelchair Basketball Federation. El motivo principal de esa renuncia, como ya explicamos en su momento, fue la falta absoluta de noticias por parte del concejal de Deportes. Después de varias reuniones y conversaciones telefónicas tanto con él como con su departamento, el Club Amfiv no consiguió saber en ningún momento si el Concello de Vigo iba a apoyar la organización de este evento con alguna cantidad económica o si al menos, aportaría la cesión gratuita de las pistas para disputar los partidos. Por eso, ante ese silencio absoluto y esa total falta de interés, decidimos renunciar a la organización de la Copa André Vergauwen, una cita que nos hacía especial ilusión al coincidir con el treinta aniversario de la creación de la entidad.

Ya no queremos ni acordarnos tampoco de los 10.000 euros que el propio alcalde, Abel Caballero, nos había prometido el año anterior para que pudiéramos participar en la Euroliga celebrada en la localidad sueca de Norrkoping. El Amfiv, con ese compromiso del regidor municipal decidió participar en la competición europea, y a día de hoy a pesar de haber preguntado en múltiples ocasiones por ese dinero tampoco tenemos noticias y lo damos por perdido.

Ahora, la situación se agrava un poco más porque las trabas que los responsables del deporte municipal ponen a nuestro club ya no se ciñen únicamente a aspectos organizativos, económicos o en concepto de subvenciones si no que se trasladan ya al ámbito deportivo afectando a horas y días de entrenamiento y de partidos. La situación de las instalaciones deportivas y los problemas que sufren los trabajadores del IMD están provocando un serio contratiempo al Amfiv y nos consta que también a otras muchas entidades deportivas de la ciudad. Mientras, el concejal de Deportes ni siquiera mueve un dedo para tratar de que esto no suceda.

Como club de elite que representa a Vigo en la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas, nuestro primer equipo desearía entrenar cinco días a la semana y dos días en sesión de mañana y tarde, tal cual hacen la totalidad de nuestros rivales en la máxima categoría nacional y para poder competir en igualdad de circunstancias con ellos. Pero no nos dejan que sea así. Las dificultades laborales de los trabajadores del IMD y la incapacidad de Manel Fernández para solventarlas repercuten en que no podamos utilizar convenientemente nuestra instalación, el Pabellón de Bouzas, donde tenemos todo nuestro material y la que es nuestra cancha oficial de juego. De este modo, sólo podemos entrenar lunes, martes, jueves y viernes, teniendo en cuenta que las semanas que jugamos fuera de Vigo el entrenamiento de los viernes lo perdemos al tener que viajar. Nuestra plantilla, desgraciadamente, no es completamente profesional puesto que la economía del club no lo permite, con lo que varios jugadores tienen que compaginar su vida laboral con la deportiva. Por eso, habitualmente entrenamos en la franja horaria de 21.00 a 23.00 horas para poder disponer de todos los jugadores.

Hace aproximadamente un mes nos comunicaron, no de forma oficial todavía, la posibilidad de que tengamos que perder también el entrenamiento de los jueves puesto que nos cambiarían la hora para más temprano (con lo que no podrían estar la mayoría de los jugadores) para meter de 21.00 a 23.00 horas a un equipo de aficionados de la Asociación de Vecinos de Bouzas. Comprendemos que todo el mundo tiene derecho a la utilización de las instalaciones deportivas y que la falta de personal y los problemas de los trabajadores en el IMD provocan que muchas de ellas estén cerradas y no se puedan utilizar pero no podemos entender que un equipo de elite que disputa la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas no pueda entrenar por ese motivo.

Además, es obvio que desplazar a otra instalación a un grupo de discapacitados y todo el material que lleva asociado este deporte será siempre mucho más complicado que mover a otro colectivo sin estos problemas. Por eso, nos sorprende y mucho que respecto a los entrenamientos de martes y jueves por la mañana nos comuniquen también que el Pabellón de Bouzas está cerrado por las mañanas y que si queremos, podemos entrenar en el Pabellón del Carmen, especialmente teniendo en cuenta que en anteriores temporadas sí que había personal para abrir la instalación por la mañana y que pudiéramos entrenar en condiciones.

Ahora, el despropósito llega incluso a la disputa de los partidos. Nuestro club ha cerrado para este fin de semana la celebración de dos encuentros amistosos ante el Lagun Aro Bilbao BSR, accediendo el Amfiv a correr con los gastos de desplazamiento y alojamiento del equipo vasco para, al menos, poder jugar un choque amistoso en nuestra pista de juego habitual, el Pabellón de Bouzas, antes del inminente inicio de la temporada. Así, estaba previsto jugar el sábado en Vigo y el domingo en Porriño para aprovechar al máximo el desplazamiento a tierras gallegas de los bilbaínos. Pues bien, mientras que en Porriño todo han sido facilidades y no hemos tenido ningún problema, el lunes nos encontramos con que la petición de pista del Pabellón de Bouzas para el sábado de 18.00 a 20.00 horas era denegada porque el IMD no tiene personal para abrir la instalación. Se nos informa, además, de que sólo podríamos jugar en el Pabellón Central de 19.00 a 21.00 horas.

El director deportivo del Amfiv, José Antonio Beiro, expone que para nosotros es muy importante poder jugar en Bouzas y en horario de 18.00 a 20.00 porque es nuestra pista oficial de juego y nuestro día y hora habitual de partido como local. Además, este choque iba a ser el único en nuestra cancha antes del comienzo de la temporada en la División de Honor, la única oportunidad para tomar contacto real en un partido con nuestra pista. Pero José Ángel Lago, director técnico del IMD, nos reitera la negativa y nos informa de que incluso es posible que no podamos jugar los partidos de Liga en Bouzas ya que no disponen de personal para abrir el pabellón en fin de semana, que las programaciones de personal son las que son y que no dan para más.

Evidentemente, esta última noticia genera un gran estupor en el máximo responsable deportivo de nuestra entidad puesto que a dos semanas de la competición y si no fuera por el incidente del encuentro ante el Bilbao BSR, no nos hubiéramos enterado de que corren peligro nuestros partidos como locales en Bouzas. La respuesta del director técnico del IMD es que “a día de hoy no lo puedo garantizar hasta que haga los cuadrantes de personal”.

Para buscar una solución a este problema, el club se pone en contacto en varias ocasiones con la Concejalía de Deportes para tratar de hablar con el concejal. Después de una primera llamada a las 11.30 horas a la que Manel Fernández no pudo atender por estar reunido y tras el compromiso de llamar al Amfiv cuando salga de la misma –aproximadamente en media hora-, a las 14.00 horas ante la falta de noticias, el director deportivo del Amfiv, José Antonio Beiro, volvió a llamar a la Concejalía. Pero el edil de Deporte seguía reunido, ante lo que Beiro explicó el motivo y la urgencia de hablar con él. Durante esa explicación, le informan de que Rubén Peña, técnico de Deportes, acaba de salir de la reunión y que le van a contar el problema y en diez minutos se pondría en contacto con el club para dar una respuesta. Poco después fue el propio concejal, Manel Fernández, quien se puso en contacto con el presidente del Amfiv, Pablo Beiro, para indicarle que iba a hablar con José Ángel Lago para estudiar el tema.

Posteriormente, fue el propio Lago, director técnico del IMD, quien telefoneó al director deportivo del Amfiv, José Antonio Beiro, para pedir explicaciones por la consulta al concejal, aduciendo que “esto es lo que hay. Lo mismo que te dije a ti se lo dije al concejal. Bouzas no se abre en fin de semana y, además, salís ganando porque os estoy dando la mejor instalación de la ciudad para que juguéis el partido” antes de añadir que el problema de desplazar todo el material de Bouzas al Central “no es para tanto ya que a los partidos de fuera también lo tenéis que llevar”.

La profunda decepción de sentirnos tratados como extraños en nuestra propia casa se entremezcla con la desilusión porque los encargados de decidir en el deporte vigués, no los pobres empleados del IMD que trasladan las decisiones de sus superiores y muchas veces son ellos los que tienen que dar la cara y tragarse los problemas generados por los que mandan, no comprendan el trastorno deportivo que genera para un equipo de elite no poder jugar ni un solo partido de la pretemporada en su campo. Y ya veremos si se puede jugar la liga.

Eso sin olvidarnos del problema organizativo de mover todas las sillas y el material de un pabellón a otro. Por no hablar de que el Pabellón Central no dispone de aparcamiento para minusválidos y no hay una zona habilitada para que nuestros jugadores puedan aparcar, con el problema evidente que eso supone al tratarse de discapacitados. Pero no sólo es un inconveniente para los jugadores puesto que muchos de nuestros seguidores son igualmente discapacitados y para ellos también es un grave incordio no jugar en Bouzas, donde sí disponen de amplios aparcamientos y fáciles accesos.

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