BSR Valladolid:.

El Fundación Grupo Norte pagó la ansiedad por tratar de dar la vuelta al partido ante Getafe, y también la desorganización, que les impidió culminar la remontada que habían iniciado en la segunda mitad, con fallos propios tanto en los lanzamientos a canasta como en los pases. Eso, sin olvidar que el equipo sigue sintiendo en demasía la ausencia de Lalo Prieto, referente ofensivo y líder en defensa.

Aunque el inicio no fue del todo malo para los vallisoletanos, lo cierto es que el Getafe marcó el ritmo de juego y, sobre todo, dejó constancia de la efectividad de Lindblom y de José Leep, quienes se convirtieron en una pesadilla para la defensa vallisoletana, que sin embargo logró superar el primer envite para llegar al final del primer cuarto solo un punto por debajo en el marcador (14-13).

En el segundo cuarto el conjunto morado se dejó arrastrar por el vendaval madrileño y fue incapaz de frenar las acometidas de sus lanzadores, ya que la defensa se mostró demasiado floja ante un rival que supo leer perfectamente el partido y hacer valer sus armas. Las distancias aumentaron, por tanto, en el electrónico, que reflejaba un 39-28 al descanso.

Tras la reanudación, el Fundación Grupo Norte trató de ser más resolutivo en el plano ofensivo y más intenso en defensa, lo que se tradujo en un mejor juego, más fluido y organizado, que dejó las diferencias en tan solo cuatro puntos a falta del último cuarto (49-45).

Había que darlo todo en el último tiempo, y los pupilos de José Antonio de Castro se entregaron para llevarse la victoria, pero la ansiedad les pudo en los momentos decisivos y se cometieron errores que acabaron sentenciando el choque en favor de los madrileños. Y es que el Getafe supo aguantar la presión y asegurar los puntos cuando fue necesario, al contrario que los vallisoletanos.

Por tanto, el Fundación Grupo Norte ya acumula tres derrotas en las cuatro primeras jornadas de liga y se sitúa en la penúltima posición de la tabla, a la espera de recibir a Gran Canaria en el próximo encuentro, un rival que se encuentra en un momento dulce y que va a poner a prueba, de nuevo, la capacidad del cuadro morado para superar las adversidades y empezar a buscar la luz.