BSR Valladolid:.

Los nubarrones aparecían muy negros en el cielo del Fundación Grupo Norte desde el momento en el que el viernes el equipo partía hacia Las Palmas de Gran Canaria. A la sabida y anunciada baja de Alberto Carrión por enfermedad, en el último momento, se le unía otra baja también por enfermedad, la del colombiano Leep, que recaía en su proceso febril.

Y es que, a parte de la posible aportación particular de cada uno de ellos, todos los planteamientos tácticos de los pucelanos corrían peligro ya que había pocas opciones de juego en lo que se refería a las escasas rotaciones y a las combinaciones que podía hacer el cuerpo técnico pucelano para encarar, encima, un partido contra uno de los mejores equipos españoles, el BRS ACE Gran Canaria.

Copiando las famosas ‘leyes’, todos los integrantes de equipo tenían en su cabeza el famoso ‘cuando algo empieza mal, seguro que puede ir peor’. Precisamente fue lo que pasó.

La pésima actuación arbitral durante todo el partido dirigida a ambos equipos se concentraba en la segunda antideportiva a la que fue objeto el inglés Dan Highcock en el tercer cuarto, una segunda infracción que, como marca el reglamento, le obligaba a abandonar la pista.

El partido comenzó con un BRS ACE Gran Canaria volcado. Las aportaciones del paralímpico ‘Maki’ García, de Alonso y del puertorriqueño Calderón en ataque hacían que los canarios se adelantasen en el marcador y dejasen entrever que el partido para los castellanos sería enormemente complicado. Con las contestaciones de Mena, Highcock y, sobretodo, de Paz, el Fundación Grupo Note cumplía en cierta forma el primer objetivo planteado: aguantar el primer envite de los amarillos, siempre muy peligroso.

Desde el comienzo del segundo tiempo, los vallisoletanos comenzaron a controlar el ataque local. Si en partidos pasados la defensa no estaba del todo fina, en este partido, pasaba todo lo contrario. Sin apenas despistes, la presencia de Mena y Highcock, y el gran partido realizado por Soria, Francis y Ruiz, en defensa hacía que Alonso abandonase el terreno de juego, al igual que Calderón, siendo casi el único anotador en pista un 'Maki' García que estuvo intermitente y bastante fallón.

Pero el momento clave del partido estuvo en el tercer cuarto. Con una ligera ventaja de los castellanos, una segunda antideportiva a Highcock hacía que el jugador británico fuese descalificado, dejando al equipo con tan sólo siete efectivos y empleando en pista una combinación de jugadores que tan solo sumaba 12 puntos y medio.

Así, Robles tuvo que entrar en pista ante unos canarios que palpaban la victoria en sus manos ante la sangría de juego que presentaban los pucelanos.

Pero el guión preescrito por el BSR ACE Gran Canaria comenzó a emborronarse. Y es que los cinco en pista, con un gran Mena y un espectacular Diego de Paz –34 puntos y 5 triples- hacían que no sólo los castellanos se mantuviesen el marcador, si no que, además, la diferencia comenzase a ampliarse, aunque unos últimos arreones locales hicieron peligra hasta el final el trabajo de contención y bravura que estaban desplegando los hombres de De Castro y Fernández.