Zuzenak:.

Llegó a Vitoria el club más laureado de Europa para quitarse el peso de dos derrotas consecutivas y resarcirse de un mal comienzo. Lo hizo ante el Fundación Vital Zuzenak pero no con la voracidad de otras ocasiones. Este Ilunion sigue siendo un grande de la competición, el último campeón de liga en 2019 ya que en 2020 el título quedó desierto, pero tal vez le falte algo del colmillo afilado de hace años. Y eso que tienen en sus filas a jugadores de talento superlativo como Willians, uno de los fichajes estrella esta temporada o el eterno Bywater, capaz de destrozar un partido en un abrir y cerrar de ojos.

Los vitorianos hicieron su trabajo y se mantuvieron en el partido de una manera digna. Competir de igual a igual es imposible. Ya en el primer cuarto, los de Miguel Vauqero abrieron la primera diferencia en el marcador (7-19). El norteamericano Willians destrozó el aro rival hasta irse a los 17 puntos al descanso, después dejó el protagonismo para Bywater que se fue con los mismos puntos. Los locales aguantaban el vendaval y voluntariosos intentaban parar las múltiples amenazas visitantes. Destacable el trabajo defensivo de Agurtzane Egiluz que volvió a entrar en el quinteto inicial e incluso anotó una canasta de mérito.

Iniciado el segundo cuarto, los locales jugaron con más soltura. La entrada en pista de Jose Leep dio más velocidad a los ataques y al juego, con Adrián García (13 puntos) y Alejandro García (10 puntos) como referentes ofensivos. El físico superior se notó en cuanto Ilunion pisaba la pintura con un Diallo dominador bajo los aros que se fue a los 15 puntos. La inspiración de Viso con seis puntos casi consecutivos, permitieron que la diferencia se quedara en 15 puntos al descanso (19-34). Dejar en esos puntos a un equipo como Ilunion ya tiene un mérito añadido. Reapareció David Ramos, otra rotación más para el técnico Cristian Martín, que tuvo que lidiar con el problema de faltas de uno de los jugadores principales como es Igarki Pascual.

Tras el descanso, el recital de Bywater tomó protagonismo con el mejor de sus repertorios. El juego no fue vistoso, con muchos parones por faltas y errores en ambas partes. Los vitorianos se quedaron en un 29 por ciento en tiros de campos, los madrileños en un 46 por ciento. Otro histórico como el australiano Bill Latham también se unió al festival anotador. Con 32-56 al cierre del tercer período, fue el momento de las rotaciones en ambos bandos, con minutos para los menos habituales como el veterano Reguero, Ibai Castro o la jovencísima Naiara Rodríguez. Pasado el trámite, toca pensar ya en el próximo choque en Valladolid, donde espera un Fundación Aliados que suma tres victorias en este arranque liguero.