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Bilbao BSR:.

Es muy difícil de explicar lo vivido ayer en Txurdinaga. El mismo equipo que una semana atrás estuvo a punto de batir a uno de los gallos del campeonato, la misma plantilla que ha realkzado esta misma temporada partidos memorables ante rivales teóricamente superiores, sucumbió con contundencia ante el Mideba Badajoz en un partido en el que los de Txurdinaga se mostraron totalmente desacertados cara al aro, muchas veces en situaciones francas de tiro.

 

El ejemplo más clarificador es el tercer parcial en donde el equipo únicamente anotó un punto en diez minutos. Inexplicable. La derrota duele más por cómo sucedió que por el hecho mismo de cosecharla. El Mideba, con sólo siete hombres, cumplió las expectativas pero el Lagun Aro, en un partido para olvidar, estuvo a años luz de la imagen ofrecida una semana antes en el mismo escenario.El partido empezó con desaciertos en ambos bandos. Sandomingo intentó sorprender al banquillo visitante con un quinteto conformado por Enaut, Asier, Rubén, Ali y Jorge.

Desde el principio se vió el desacierto local cara al aro. La primera canasta bilbaína no llegó hasta el minuto 5. Por fortuna, los extremeños se contagiaban de la falta de puntería y anotaban a cuentagotas. Sobreponiéndose a los errores ofensivos, y con un esfuerzo titánico, el conjunto de Txurduinaga consiguió igualar el marcador a falta de un minuto para cerrar el primer cuarto (6-6). Las tres canastas locales fueron anotadas por Asier. El primer periodo se cerraba con una renta de dos puntos favorables a los visitantes (8-10).

La entrada de jugadores del banquillo intentó reactivar el ataque local. Pero los porcentajes de acierto eran muy bajos y, poco a poco, la renta se iba ensanchando para el conjunto extremeño. Zabala comenzaba a anotar con cierta facilidad llegándose al miniuto 15 de partido con un parcial de 12-19 que empezaba a decantar el choque a favor del Mideba. Los bilbaínos desperdiciaban acciones de tiro en situaciones propicias para anotar. Dani intentó coger el relevo de Asier en ataque y cinco puntos del pívot colombiano en los últimos instantes del segundo periodo consiguieron mantener la esperanza en la remontada. Se llegaba al descanso con un rácano 19-27 que reflejaba lo vivido en la cancha de Txurdinaga en los primeros veinte minutos. La charla de Sandomingo en el descanso no surtió efecto alguno. El tercer cuarto fue para olvidar. Un carrusel de errores en ataque dilapidó definitivamente la ilusión de luchar por la victoria. El parcial fue desolador. 1-19. Ver para creer. El únco punto anotado por el equipo llegó en el último minuto del periodo con un tiro libre anotado por Jorge. Un Lagun Aro cada vez más obsesionado con perforar la canasta rival se mostró impotente, convulso e inexplicablemente desacertado. Pero esto es deporte. Días de gloria y de miseria.

El Mideba se encontró con el regalo y consiguió marcar el ritmo del partido logrando una renta cada vez más amplia sin apenas pisar el acelerador. La ineficacia ofensiva de los de Txurdinaga era manifiesta. La tensión en los rostros de los jugadores hacía ver que iba a ser un día para olvidar. Con el partido definitivamente roto, el último cuarto sobró y no sirvió más que para prolongar la agonía. Desde el banquillo se intentaba arengar a los jugadores para sacar alguna conclusión positiva. Pero en los primeros cinco minutos del último periodo el Lagun Aro siguió sin anotar. A falta de tres minutos el marcador reflejaba un concluyente 27-62. En los últimos instantes del partido el visitante Romero cobró protagonismo anotando las últimas canastas de su equipo para llevar el marcador final al definitivo 32-72. Una dolorosa derrota de la que hay que sacar conclusiones.

Quedan ocho partidos de Liga. Mucho en juego. La clasificación se ajusta tras la victoria del Burgos ante Valladolid. El Lagun Aro sigue a dos victorias del descenso. Amivel ocupa la novena plaza con 2 partidos ganados y 8 derrotas. Quedan aún 8 jornadas para el final. El margen de maniobra es aún amplio para conseguir la permanencia. De la derrota de ayer hay que sacar muchas conclusiones. Recuperar la confianza en las propias fuerzas. Mirar al frente. Ir partido a partido. No hay otra. Borrón y cuenta nueva. El sábado el mismo rival, el mismo escenario en la competición de Copa. Buena oportunidad para recuperar sensaciones.

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