BSR Valladolid:.

El Fundación Grupo Norte ha visto en la tarde de hoy cómo un partido que se desarrollaba dentro de lo previsible para ambos equipos ha acabado como el ‘rosario de la aurora’ por la indecisión y la pésima gestión del juego por parte de la pareja arbitral. Y esta crítica, ni mucho menos, sirve como excusa para resumir la irregular actuación del conjunto vallisoletano durante el choque ni para desmerecer, ni mucho menos, la del conjunto bermellón, que, simplemente, se encontró un ‘nuevo partido’ gracias al cúmulo de errores de los colegiados, muchos de ellos por falta de atención ante lo que estaba pasando en la pista. Además, parece que los parones que dispone la Liga no le sienta nada bien a los hombres de De Castro y Fernández.

Y es que el encuentro comenzó dentro de lo razonable viendo el poderío de un equipo, el getafense, que siempre viste piel de cordero, pero que luego demuestra el nivel que atesora. La mezcla Turek-Gharibloo-Philipp hoy sí funcionó, sólo basta ver sus marcadores particulares.

Desde el comienzo del partido, el nivel de los dos equipos era parejo, como bien quedaba reflejado en el marcador. A pesar de que la primera canasta se hizo derogar, fueron los madrileños los que pusieron la primera diferencia. De nuevo, Turek absorbía la facete atacante, pero esta vez era bien secundado por Gharibloo y Phillip, que aprovechaban los desajustes defensivos de los locales.

Por parte de los castellanos, De Paz y Mena se encargaban de los puntos; Highcock, por su parte, se mostraba gris debido a los problemas estomacales que ha arrastrado durante toda la semana y que le ha hecho no poder entrenar al cien por cien. 17-16 finalizaba un primer cuarto que resumía la igualdad que se veía en el Pilar Fernández.

Aunque en el segundo cuarto el Fundación Grupo Norte sufrió una reacción visitante, los pucelanos conseguían irse al descanso con una mínima diferencia. Y es que el electrónico se iluminaba con un paupérrimo 30-26 después de casi presenciar una repetición de lo sucedido y visto en los primeros diez minutos.

Pero, a pesar de la mencionada actuación colegial, el partido lo comenzaron a perder los pucelanos al comienzo del tercer cuarto. Aunque el juego no era del todo malo y ‘Yayo’ Rodríguez hacía un buen trabajo en la dirección del juego, completado con un triple y una canasta de dos puntos, Turek de nuevo acribillaba a los morados desde media distancia. Aunque estaba bien defendido, encestaba desde todas las posiciones. En esta ocasión, no han sido las canastas del norteamericano las que han hecho que los madrileños se llevasen los dos puntos de Valladolid, los que realmente han ganado el encuentro son los puntos ‘extras’ de Gharibloo y Philipp, que han encestado casi la totalidad de sus puntos desde posiciones muy cercanas al aro pucelano.

Con todo, el partido seguía dentro de los cauces de la igualdad hasta que comenzó el último cuarto donde De Paz sufrió una auténtica agresión por parte de Silvela, que no fue señalada a pesar de que uno de los colegiados estaba a muy pocos metros de la jugada. Su resumen, dicho en alto: se había tirado. Además, sufría el sevillano una amonestación traducida en tiros libres y posesión para los de Getafe ante las quejas lógicas al intentar explicárselo a Sánchez-Mayoral y a Pérez.

Posteriormente, una sucesión de personales, fallos en la señalización de los tres segundos en la zona, al pasar el medio campo, aliñado con otra supuesta antideportiva a Highcock al parar el ataque del Getafe, hacía que los de Pinilla se encontrasen con la mayor ventaja del partido y a un Fundación Grupo Norte fuera de sí. A pesar de todo, los morados se recompusieron y a base de triples de De Paz y Highcock conseguían acercarse en el marcador después de ir perdiendo por más de diez puntos.

La sucesión de triples del inglés, conseguidos en posiciones inverosímiles y desde más allá de la línea de tres, hacia que, poco a poco, la diferencia se fuese limando, sumiendo al EMSV Getafe en un cúmulo de nervios e incapaz de anotar tiros libres producidos por personales. Y sino que se lo pregunten a Silvela.

Cuando mejor estaba siendo el trabajo del Fundación Grupo Norte, un fallo de Highcock en una entrada a canasta y un triple errado de De Paz, que hubiese supuesto ponerse mucho más cerca, hizo que los vallisoletanos no tuviesen tiempo para sobreponerse del todo a lo calamitoso que fue el final del partido. Y es que, unas veces entran y otras no. Esto es baloncesto.