Porque, de hecho, los vallisoletanos se impusieron en el primer y el tercer cuarto, con un buen juego, que se tradujo en puntos, basado en una organizada defensa y en el acierto de jugadores como Paco García Quiles o Adrián Pérez, pero la gasolina no les llegó hasta el final, al contar con tan solo siete jugadores en el banquillo, por los doce del rival.

Sin Jelmer Van Brunschot ni Lucas Müller, Álvaro López, que tuvo que ejercer como entrenador ante la sanción de José Antonio de Castro -tras el choque ante Murcia de la anterior campaña- tuvo que hacer encaje de bolillos para poder mantener el nivel competitivo, pero, ante un contendiente del nivel de Amiab, resultó tremendamente difícil.

Los locales desplegaron una intensa defensa, que complicaba los lanzamientos a canasta del conjunto morado y, poco a poco, ante el desgaste de los jugadores del Fundación Aliados, fueron haciéndose con el mando del juego y del marcador, ampliando su renta de forma paulatina, hasta llegar a esos 26 puntos de diferencia al término del encuentro.

Según explicó De Castro, “era bueno enfrentarse a Amiab al inicio del curso, puesto que es un equipo muy complicado de sorprender y, en este choque, se han visto muchas cosas positivas, que se reforzarán cuando esté toda la plantilla y haya mayor rodaje en los partidos”. Destacó la entrega y el buen trabajo realizado por todo el equipo, en el que debutó el inglés Simon Brown.

Esta semana trabajarán para subir la primera victoria a su casillero en el encuentro que les enfrentará, en el Pilar Fernández Valderrama, el próximo sábado, ante Mideba Extremadura.