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El jugador nacido hace 28 años en Palma de Mallorca Roberto Mena formará parte de la selección española paralímpica de baloncesto que participará en los Juegos Paralímpicos de Londres que comenzarán justo cuando acaben los Olímpicos.

Una historia de superación como la de tantos y tantos deportistas que con algún tipo de minusvalia sea física o psíquica, han ido superando barreras para llegar a cotas dignas de admirar. Y la historia de Roberto Mena bien vale la pena escribirla para todos los lectores de esta publicación.

Mena, todo un trotamundos del deporte de la canasta, es uno de los jugadores más importantes que hay a nivel nacional. Desde su actual club, el BSR Las Palmas de Gran Canaria) ha ido marcando diferencias partido tras partido desde su posición de pívot.

Pero con todo, su biografía – como la de todos los que están inmersos en el deporte de discapacitados – es otro claro ejemplo de superación, de superar barreras y de hacer frente a una discapacidad que, en cualquiera de los casos, ha superado labrándose una historia que ahora contamos:

Roberto Mena, como tantos y tantos chicos de su edad, soñaba con jugar en la élite. Incluso estuvo en Vitoria dos meses, realizando una prueba con el Tau.

Todo parecía ir sobre ruedas, con la ilusión por bandera … hasta que con 14 años un accidente de moto le cambió todos los registros. Fue un 18 de septiembre de 1998, una fecha que nunca olvidará como a nadie se le puede olvidar los accidentes o hechos que a uno le pueda acarrear consecuencias negativas. En su caso, le supuso la amputación femoral de su pierna derecha. Un hecho que obviamente parecía cerrarle de por sí muchas puertas. Craso error en el caso de Mena.

►Y aquí empieza su historia de superación. Lejos de venirse abajo, el propio Mena contribuyó a crear una academia de baile en Pama, e incluso fue subcampeón de España en el concurso ‘Battle of the Year’ en 2001, donde participaban bailarines con pruebas de funky o hip-hop.

A principios del de 2003 se marchó a Cádiz, donde reside parte de su familia. Allí empezó a estudiar en el Centro de Recuperación de Minusválidos Físicos (CRMF), donde conoció a Sonia Ruiz, entonces jugadora del Safemi San Fernando, y que tuvo una influencia decisiva sobre el propio Mena al animarle a que volviese al deporte de la canasta.

Mena debutó en la temporada 2003-04, en la que el Safemi logró el ascenso a la División de Honor. En el verano de 2004, fue convocado con la selección española para disputar el III Campeonato de Europa Sub-23, que tuvo lugar del 9 al 14 de julio en Malle (Bélgica) y donde los pupilos de Antonio Henares lograron brillantemente la medalla de bronce. Precisamente, durante esta competición fue reclasificado y pasó de tener una clase 4'0 a una 4'5, por tener un centímetro más de muñón en su pierna amputada derecha.

En la temporada 2004-05 perteneció al CAI Zaragoza, pero diversas dificultades personales hicieron que apenas disputara ocho encuentros, con un paréntesis de regreso a Palma de Mallorca mediada la campaña.

En la 2005-06, perteneció a la disciplina del Vital Vigo, club con el que consiguió el segundo puesto de la Copa del Rey y de la Copa Willi Brinkmann y el cuarto en la liga.

En la 2006-07 militó en el GAM Joventut, que acabó noveno en la liga, hasta que pasó al Fundación Polaris World BSR.

Actualmente lo hace en el BSR Las Palmas de Gran Canaria, y aquí es donde se ha ganado un hueco en el combinado nacional de España. Su siguiente paso, unos Juegos Paralímpicos. Con todo, el hecho de estar ahí y superar todas las barreras que la vida le ha puesto por delante ya es toda una presea de oro.