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Zuzenak:.

A falta de cinco jornadas para la conclusión de la temporada en la División de Honor del baloncesto en silla, y con un fin de semana de parón liguero, miramos a la clasificación y nos encontramos con un equipo, el Caja Vital Zuzenak de Vitoria, último clasificado, con trece derrotas y ninguna victoria.

El calvario de un recién ascendido que debido a la imposibilidad de hacer fichajes para hacer un equipo competitivo sufre jornada tras jornada el amargo sabor de la derrota.

 

Su entrenador, Lander Lozano, nos desvela los secretos de una plantilla que asume su condición de equipo inferior pero que comparece en cada partido con el objetivo de intentar competir.

-¿Asumís que a falta de cinco jornadas, probablemente concluyáis la liga sin ninguna victoria?
Sí, es muy probable, de hecho sería lo normal a falta de cinco jornadas y con los rivales que tenemos. El año pasado hicimos una gran temporada en la que logramos el ascenso, sabiendo que íbamos a competir en una liga con equipos profesionales y que los únicos no profesionales éramos nosotros. Era una apuesta y un reto, aun siendo conscientes de que lo más probable fuera lo que nos está sucediendo, que estamos perdiendo todos los partidos porque los rivales son muy superiores. Aun y todo, hemos tenido un par de partidos con opciones de ganar y eso es lo que tenemos que valorar. No niego que se haga duro en algunos momentos, pero ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos.

- Son trece jornadas sin ganar. Quizás el duelo más igualado fue el derbi vasco ante el Lagun Aro Bilbao en Vitoria donde tuvisteis el triunfo en la mano. ¿Cómo se puede mentalizar a la plantilla para salir e intentar competir?
Es algo que a diferencia del año pasado hemos ido logrando. La temporada pasada, cuando algunos partidos se nos complicaban tirábamos la toalla pronto, o en choques que rompíamos desde el primer cuarto nos relajábamos. Este año, a pesar de quién sea el rival que tenemos enfrente, mantenemos ese nivel competitivo y lo intentamos mantener los cuarenta minutos del partido dentro de nuestras posibilidades.

-¿Tus jugadores piensan realmente en el marcador final, en que la paliza no sea muy abultada o intentan abstraerse del resultado?
Tenemos muy claro que no podemos ir a un partido pensando en si la derrota va a ser o no muy abultada. Hemos logrado cambiar el chip y hacer todo lo que está en nuestra mano por competir. Uno de los secretos para mantener la concentración es marcarnos objetivos en cada cuarto, no sólo relativos al marcador, sino en situaciones de juego, defensa, no permitir segundas opciones, sistemas de ataque, poner en práctica las cosas que entrenamos durante la semana.

El otro secreto es disfrutar de este deporte y ser conscientes de que estamos jugando contra los mejores de este deporte. No podemos olvidar que somos un equipo formado por jugadores de Vitoria, amigos, gente que trabaja y después entrena y juega por hobby y nos enfrentamos contra gente profesional que vive de esto.

- Al margen de ser los colistas y no haber conseguido ni una sola victoria, cabe destacar el gran respeto de todos los rivales cuando vienen a Vitoria a pesar de ser conscientes de su superioridad.
Si, en todo momento. Nunca nos hemos sentido mal en ese sentido, a pesar de ir perdiendo por diferencias muy abultadas. De hecho, el Fundosa Once, en su visita a Vitoria, a pesar de ir ganando por más de 50 puntos, seguían con el quinteto de gala, probablemente el mejor de Europa. Ese detalle, a mí personalmente como entrenador, me gusta ya que eso denota que el rival no ha venido a pasearse ni a hacer un entrenamiento. No bajan el pistón y eso para nosotros es un detalle de respeto.

-¿Se arrepiente el club de la decisión de competir en la División de Honor?
No, para nada. Desde el primer momento sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Sí que es cierto que cuando tomamos la decisión había alguna posibilidad mínima de reforzar la plantilla con algún jugador que nos diera un pequeño salto de calidad para poder competir en algún partido más. Ni se nos pasó por la cabeza que pudiéramos reforzarnos para pelear por la permanencia. El nivel es altísimo y se está viendo esta temporada. En cualquier caso, estar en División de Honor ha supuesto un salto de calidad en nuestro juego y forma física. De cara al año que viene, descenderemos a la División de Honor B con un repertorio táctico y técnico muy superior al que teníamos antes.

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