AMFIV:.

César Iglesias afrontaba, sobre el papel, un plácido partido en su regreso al banquillo del Amfiv. Los vigueses, terceros, recibían al colista, un recién ascendido como el Caja Zuzenak que aún no conoce la victoria esta campaña y que, además, llegaba a Bouzas con múltiples e importantes ausencias. Por eso, el entrenador vigués esperaba que esa diferencia en la tabla clasificatoria se plasmase sobre la pista. Al final, así fue aunque el primer cuarto no invitaba demasiado al optimismo.

Porque el Amfiv tardó diez minutos en presentarse en el partido. Los vigueses iniciaron el choque ante los vitorianos tremendamente erráticos en los pases y desacertados en sus lanzamientos. Ese mal inicio de partido permitía al Caja Vital Zuzenak, que no acababa de creérselo, cerrar el primer periodo por delante en el marcador (6-8, min.10).

Afortunadamente, los locales redujeron el número de balones perdidos en el segundo cuarto y empezaron a acertar con algunos de sus tiros, a pesar de que el porcentaje de acierto desde posiciones francas seguía siendo escaso, con lo que no tardaron demasiado en coger el mando en el electrónico (21-12, min.14). Sin embargo, la defensa viguesa no terminaba de estar excesivamente fina y los vascos se marchaban al intermedio todavía vivos en el partido (30-18, min.20).

La reanudación ya sí que fue otra cosa. En los siguientes veinte minutos, el Amfiv sólo permitió que un cansado Caja Vital Zuzenak anotase siete puntos, concediendo sólo dos en el último cuarto. El conjunto de César Iglesias, ahora sí, se aplicó en defensa y empezó a recuperar multitud de balones que le permitieron lograr numerosas canastas fáciles. Un primer parcial de 13-2 avisaba de las intenciones viguesas y dejaba el marcador en un clarificador 43-20 (min.27). Y Txema Avendaño, con nueve puntos consecutivos, se encargaba de cerrar el cuarto y dejar el partido totalmente visto para sentencia (52-23, min.30).

De este modo, el último cuarto fue un mero trámite que Iglesias aprovechó para probar un rato el quinteto con sus tres hombres altos en pista y dar minutos también a jugadores menos habituales como Alberto Abalde. Lo más importante es que, aunque la producción ofensiva del Amfiv se frenó un tanto, la intensidad defensiva no sólo no bajo ni un ápice en ningún momento si no que incluso se incrementó y el conjunto vigués terminó imponiendo la lógica y ganando por un concluyente 64-25.