SERVIGEST:.

Servigest Burgos sigue metido de lleno en la pelea por seguir siendo equipo de división de honor el próximo año y este sábado tiene una difícil prueba ante el conjunto malagueño del Clínicas Rincón Amivel. Tanto es así que una victoria local dejaría a los andaluces en posición de descenso a falta de una sola jornada pero si el triunfo visitante condenaría al descenso a los burgaleses. Los dos equipos se encuentran igualados en la tabla cuando solo restan dos jornadas de liga y el duelo directo podría ser definitivo o poner aún más apretada la parte baja de la clasificación donde incluso el Lagun Aro Bilbao (con una victoria más que Servigest y Amivel) aún no puede respirar tranquilo.

Todas las opciones burgalesas pasan por conseguir doblegar a un conjunto malagueño que ha llegado en plenitud de forma a esta recta final del curso como muestran las tres victorias consecutivas con las que llegan a la capital castellana. Desde el club burgalés no se quiere mirar más allá de este encuentro y el objetivo número uno es asegurar la victoria sin preocuparse en exceso por recuperar los quince puntos de diferencia por los que cayeron en el choque de la primera vuelta ante el Clínicas Rincón (60-45).

Se espera que para este trascendental encuentro toda la plantilla se encuentre a disposición del entrenador aunque Hélder aún sigue arrastrando molestias en la mano derecha y Zhao sufrió un golpe en la muñeca en la anterior jornada aunque, posiblemente, ambos puedan participar en el envite. El entrenador Jesús Escudero llega a la cita con cautela pero también con optimismo: “Evidentemente no va a ser nada fácil, tendremos un equipazo enfrente como es Málaga y no tenemos margen de error pero creo en este equipo y sé que podemos lograr la victoria si hacemos las cosas bien.” El técnico cree que la trascendencia del choque tendrá su influencia: “En un partido en el que ambos nos jugamos tanto posiblemente controlar los nervios y saber jugar con la ansiedad del rival pueda tener más importancia que ciertos aspectos puramente técnicos o tácticos. Espero que salgamos a la pista convencidos de que nuestro nivel es el que mostramos en Vigo y con la intención de repetirlo en nuestra cancha”. Por último Escudero quiere acordarse, una vez más de los aficionados: “Es el último partido en casa y sería bonito despedirnos de la afición con una victoria. Durante la semana hemos recibido muchas muestras de apoyo y ojalá lo podamos agradecer llevándonos el partido. La verdad es que es un lujo contar con una hinchada como la nuestra.”

El Clínicas Rincón Amivel lleva una trayectoria irregular en la liga y pese a contar con una gran plantilla, se vio abocado a los puestos bajos de la tabla al inicio de la competición. Después fueron llegando los triunfos y, con los tres últimos triunfos consecutivos (ante Getafe, Zuzenak y Lagun Aro) se escapó de posiciones de descenso aunque, igualado a puntos con su perseguidor: su rival de este sábado. La potencia física de sus pívots Romero (internacional con la selección española) y Vargas junto a la velocidad de Leo-Pekka Tähti (campeón paralímpico de 100 metros libres) y Lakniz otorgan una versatilidad al juego malagueño que, en la primera vuelta de la liga, le hizo imponerse a Servigest.

Y si en la pista el espectáculo y la emoción a buen seguro que no faltarán, se espera que las gradas también sean una fiesta. Desde el club burgalés se ha trabajado toda la semana para hacer llegar a burgaleses/as en general y aficionados al deporte en particular un llamamiento para que el polideportivo del G3 registre una gran entrada y la afición lleve en volandas al equipo. El sábado, el baloncesto burgalés tiene una cita a las seis de la tarde en el José Luis Talamillo.