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Servigest Burgos tiene este fin de semana un largo y complicado desplazamiento hasta la isla de Gran Canaria para cerrar su participación esta campaña en la División de Honor del baloncesto adaptado nacional. El conjunto burgalés no ha podido conseguir su objetivo y, a falta de conocer si la salvación se queda a uno o dos partidos de distancia, concluirá en novena posición un curso en el que ha pagado la irregularidad mostrada y los diferentes cambios en la plantilla entre otros factores.

La derrota de la pasada jornada ocurrida en un momento crucial de los últimos compases de encuentro ha dolido mucho en el seno del club cidiano. Y es que, en apenas unos instantes, se pasó de poder ponerse un punto por encima del rival a encontrarse cinco por debajo y ver como el proyecto no alcanzaba el objetivo marcado delante de una afición modélica que se ha convertido en mejor activo del club.

Pese a todo, el equipo ha de completar su participación y pasar el trámite que supone esta última jornada con su desplazamiento a territorio canario. El entrenador burgalés Jesús Escudero, resume así el sentimiento en la plantilla: "No poder lograr el objetivo cuando lo tienes cerca, es algo muy doloroso pero esto es deporte y debemos asumirlo así. Debíamos haber estado mejor en partidos anteriores pero jugamos demasiadas finales y alguna podía no salir bien. Lo peor es que fuera delante de nuestros aficionados que han dado la talla en todo momento y no podemos sino agradecerles el apoyo." Respecto a este encuentro, el técnico reflexiona: "Somos profesionales y tenemos que actuar como tal hasta el último momento así que, aunque no es la situación más deseada, tenemos que jugar ante el Gran Canaria y hacerlo de la mejor manera que podamos. Ellos están en un gran momento porque preparan competición europea así que repetir la victoria de la primera vuelta será muy complicado pero tenemos que ser competitivos hasta el final como nos comprometimos al inicio del año".

En efecto, el conjunto del ACE Gran Canaria tampoco está muy centrado en la competición liguera toda vez que su permanencia ya estaba asegurada hace algunas jornadas y que, en menos de una semana, será el anfitrión de la “Willi Brinkmann Cup” una competición europea en la que espera lograr la victoria. Con ese objetivo, el partido ante los burgaleses probablemente sea un buen entrenamiento para preparar dicho torneo además de intentar consolidarse en la sexta plaza clasificatoria que ocupa en este momento.

Por todo lo anterior podemos decir que el duelo de este sábado tiene un carácter descafeinado ya que ninguno de los contendientes tiene un especial interés en el mismo si bien cada uno por razones bien diferentes. Cuando terminen esos cuarenta minutos, será momento de balances y reflexión.