1
BSR Valladolid:.

Con el primer puesto del grupo A en juego, el duelo entre Besiktas y Santa Lucía prometía espectáculo y ni turcos ni italianos son de incumplir promesas. Ninguno de los dos conjuntos querían verse las caras en semifinales con el Galatasaray y, ese dato, impregnó los primeros minutos de partido de una igualdad a rachas. Comenzó el Santa Lucía más despierto. El capuccino había hecho su labor en el desayuno y los hombres de Carlo Di Giusto saltaron al parque con las pilas más cargadas, lo que obligó a los turcos a recomponerse cuando apenas habían empezado a desperezarse (6-6).

 

Con la mecánica ya cogida, el Besiktas apretó el turbo. Aytaç fue el encargado de apretar el acelerador y reforzar el dominio de la pintura tanto en ataque como en defensa. Desde la línea de tiros libres suyos deslizó una cómoda ventaja dentro el bolsillo turco (8-14).

En su empeño de remar a contracorriente, el Santa Lucía buscaba en Cavagnini su salvador. Desafortunado de cara al aro no pudo cortar por la tangente. Con el capitán de la azzurra vigilado de cerca y con Aytaç mostrándose cada minuto que pasaba más sólido en la faceta reboteadora, el Santa Lucía hacía un llamamiento al Plan B, Amine Moukhariq. Llevando él el peso de la anotación romana, los italianos volvieron a la vida justo antes de terminar el primer cuarto (18-18).

La dinámica positiva acompañó a los pupilos de Di Giusto en el segundo acto. Marco Stupenenco devolvió la ventaja al lado del Santa Lucía (20-18). Sacó a pasear entonces el Besiktas el orgullo de la mano de Yilmaz Bülent, que brilló y encabezó la furia turca y, con ella, un parcial de 0-8 que volvía a poner el partido en cuesta para lo italianos (22-30). El dominio del imperio turco duró hasta el descanso al que se llegó con un 27-34 que hacía presagiar un Santa Lucía debilitado de cara a la segunda mitad y más cuando una contra iniciada por Aytaç Ercan y finalizada por Kaan Dalay dejaba entrever que el Besiktas se encontraba nadando en su propio jugo. Nada más lejos de la realidad.

Los transalpinos sacaron aguja e hilo para bordar el tercer cuarto. Levantaron una muralla defensiva y anularon a los hombres de Çipa. La alargada sombra de Aytaç y la vuelta a la pista de Yilmaz no eran suficiente para frenar una máquina en la que todas las pieza estaban engrasada. Sanna Ali y Cavagnini se reconciliaban con el aro y Jacob Counts sacó pecho para anular al Beiktas y completar un cuarto redondo que permitía a los italianos afrontar el final del partido con una ventaja de once puntos sobre su perseguidor (53-42).

No se vino abajo el conjunto turco que colgó el peso del partido en las espaldas de Yilmaz que no tuvo problema en cargar con el juego, pese a estar lesionado desde la primera mitad. Él fue el abanderado de un tanteo de 2-8 que volvía a meter al Besiktas en la corriente del partido. Con calma, sabiendo aprovechar sus ocasiones, el encuentro volvió a dar señales de vida (55-50).

Yilmaz acumuló si quinta personal y con él fuera de combate los italianos empezaron a respirar. Poco a poco terminaron de minar la moral turca (65-57), proclamándose líder de grupo y salpimentando, presumiblemente, las semifinales de la Champions con un apasionante derbi turco.

Nos gustaría colocar cookies en su ordenador para ayudarnos a hacer este sitio web mejor. Para obtener más información sobre las cookies, consulte nuestra política de privacidad. To find out more about the cookies we use and how to delete them, see our privacy policy.

I accept cookies from this site.

EU Cookie Directive Module Information