BSR Valladolid:.

Los madrileños salieron muy centrados a la pista vallisoletana. La nave amarilla tenía capitán, de nacionalidad británica y de nombre Terry Bywater. El internacional inglés fue un ciclón anotador que hacía fuerte a un Fundosa con todas las piezas perfectamente colocadas sobre el tablero de Pisuerga.

Con un 9-6 luciendo en lo alto del marcador, a Roberto Ceriscioli le tocó pedir un tiempo muerto para volver a planificar una táctica inicial que no estaba surtiendo efecto. Mientras, Bywater seguía recitando de carrerilla su monólogo anotador, sumando todos los puntos conseguidos por el Fundosa ONCE en el primer cuarto, llegando al 17-10. Un tanteo que los italianos lograron maquillar antes de que el cronómetro marcara el final (17-14).

Con aire nuevo, el Stefano Sport comenzó a construir la remontada basándose en la figura de Kin. El coreano se convirtió en un quebradero de cabeza tanto para la defensa española como para el ataque, reforzando al equipo transalpino, que logró voltear el marcador (17-18). Un espejismo que se desvaneció cuando Rafa Muiño y Alejandro Zarzuela pidieron la palabra. Unidos a un Bywater inmenso en la faceta anotadora, volvieron a hacer que el viento soplara del lado de los madrileños (33-22). Sin centímetros suficientes en la zona para frenar los envites amarillos, el descanso llegó con el Fundosa apuntando al Santa Lucía en semifinales (37-24).

El Stefano continuó tras la reanudación fiel a su estilo fiel al juego de grupo, con Lee Manning intentando madurar a pasos agigantados, pero el equipo madrileño es una máquina construida a medida, pieza a pieza, para dominar todas las facetas del juego. Ya fuera debajo de la canasta, en lanzamientos desde media distancia o buscando el tiro fácil, previo trabajo de una acción combinativa, el Fundosa ONCE superó en todos los niveles a los italianos, dosificando su renta durante la mayor parte del tercer periodo. Sólo la lección aprendida de la primera jornada, en la que el Stefano se dejó llevar y terminó siendo aplastado por el Galatasaray, impidió a los hombres de Abraham Carrión disparar el marcador.

Manning creció en la faceta defensiva y Kyle Marsh dejó rienda suelta a su muñeca para que el equipo de la capital española no cerrara el partido antes de tiempo (56-43). La opción de Bywater y Tucek de cara al cruce de semifinales motivó a los transalpinos que capitaneados por un gran Manning intentaron complicar la vida a los españoles. En el otro lado de la balanza estaban Alejandro Zarzuela y Bill Latham, todavía en pista para tirar del carro, ayudados por Carlos Vera, muy activo en labores de presión y recuperación de balón.

El encuentro llegó a su recta final con el Fundosa saboreando las semifinales (64-52). Kim y Marsh quisieron apretar un poco las tuercas al conjunto madrileño, el primero desde la pintura y el segundo desde el perímetro (66-59), pero con Tucek y Bywater de nuevo en juego los ánimos italianos se enfriaron hasta el 75-61 con el que terminó el encuentro. Un pase de oro que da acceso al siguiente nivel, donde el Santa Lucía pondrá a prueba las opciones del conjunto madrileño en esta Champions Cup.