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El Institut Guttmann de Badalona promueve en las escuelas del área metropolitana de Barcelona la inclusión social de niños discapacitados a través del deporte. Se trata de la campaña “Muévete y verás”. Esta semana cuatro centros pasan por el hospital para practicar actividad física.

Fomentar la concienciación social para que las personas discapacitadas, y en especial los niños, puedan hacer una vida lo más normal posible. Este es uno de los grandes objetivos del Institut Guttmann uno de los centros de referencia en todo el estado en neurorehabilitación. Es en este contexto que el hospital quiere adentrarse en las escuelas del país para hacer llegar esta política al entorno más cercano a los niños.

“Muévete y verás” es una actividad que se organiza anualmente y desde hace diez años en las instalaciones del Institut. Durante la última década han pasado cuarenta escuelas y más de 3.000 niños de colegios del área metropolitana de Barcelona. La particularidad de estos centros es que en sus aulas hay algún alumno con alguna discapacidad funcional.

“Los niños discapacitados pueden hacer deporte en la escuela con el resto de los niños y aquí demostramos las habilidades y capacidades de cada uno independientemente de las dificultades que puedan tener” explica el responsable de rehabilitación de Guttmann, Josep Medina. “La inclusión social tiene que empezar por la escuela porque es a través de maestros y compañeros que estas personas pueden vivir una vida más normalizada”, añade.

Este miércoles han estado en el hospital los alumnos de P5 de la escuela Calderón de la Barca de Barcelona y los alumnos de tercero de primaria de Arrels, también de la capital catalana. Uno de los profesores de la escuela Arrels, Sergio Reboiro, asegura que la limitación funcional de una de sus alumnas no supone ningún contratiempo en su educación: “Planteamos las clases como aprendizajes motrices y cada uno tiene sus dificultades y tiene que intentar superarlas, independientemente de su condición”.

En esta escuela estudia Eva Zhi, una niña de origen chino que va en silla de ruedas como consecuencia de un accidente. Pero su optimismo es total. Antes del accidente, explica, formaba parte del equipo de básquet del colegio y competía en la liga del Consell Esportiu Escolar de Barcelona. Ahora ha cambiado las bambas de básquet por la silla de ruedas pero sigue compitiendo.

“Adaptamos las normas, pero el mínimo posible para no desvirtuar la competición”, explica Reboiro. Eva asegura que después del accidente quiso probar para continuar jugando. Lo ha conseguido y ahora entrena cada martes durante dos horas. “Algunas cosas son más difíciles pero es fácil igualmente” exclama la niña.

El deporte como método

El deporte es, de hecho, uno de los métodos más importantes para la rehabilitación de personas que sufren alguna discapacidad funcional. En el Institut Guttmann hay 150 pacientes ingresados con diferentes casuísticas y todos ellos tienen un programa de rehabilitación personalizado. Desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde hacen actividades de todo tipo, muchas de ellas físicas.

El hospital, además, recibe diariamente la visita de unos setenta pacientes en un estadio más avanzado de la rehabilitación. Ya viven en casa pero continúan asistiendo a las sesiones de rehabilitación diariamente. Por otro lado, hay unos treinta niños que visitan el Institut Guttmann cuando acaban las clases en el colegio para continuar su rehabilitación en el centro.